Desarrollo de habilidades en regulación emocional
¿Qué es el desarrollo de habilidades?
Objetivo terapéutico mediante el cual buscamos que el paciente obtenga las habilidades necesarias para afrontar las situaciones estresantes o de alta emocionalidad en su vida, así como modular sus sentimientos sin que se comporte reactivamente de un modo destructivo.
Muchas personas luchan con emociones desbordantes, como si estuvieran en una montaña rusa en la que las emociones no dejan de controlarnos y decidir si estamos arriba o abajo, ya que cuando se enfadan, se sienten tristes o preocupadas, aparece una ola impetuosa que los inunda y evita que vean las cosas con claridad.
Aunque existen momentos en nuestra vida en los que quisiéramos no sentir nada, el problema es que cuanto más te esfuerzas por eliminar tus emociones o por cerrarles la puerta, más intensas se pueden volver; es imposible anular las emociones, y aunque puede parecer que nos sobrepasan es indispensable contar con las herramientas para manejarlas, evitando conflictos en nuestra vida sin tratar de detener nuestros sentimientos.
Hay muchas investigaciones que indican que la tendencia a desarrollar emociones intensas y arrolladoras puede estar programada desde el nacimiento. Pero también puede depender mucho de traumas o abandono durante la infancia. Un trauma en momentos cruciales de nuestro desarrollo puede, literalmente, alterar nuestra estructura cerebral de modo que nos haga más vulnerables a emociones negativas intensas. Sin embargo, el hecho de que la tendencia a las emociones intensas suela estar enraizada en aspectos genéticos o en traumas, no significa que constituya un problema insuperable.
La regulación emocional se refiere al proceso de gestionar y controlar las emociones de manera efectiva. Implica la capacidad de reconocer, comprender y manejar las propias emociones, así como influir en su intensidad y duración.
La regulación emocional abarca diferentes estrategias y habilidades que nos permiten manejar nuestras emociones de manera saludable. Algunas de estas estrategias incluyen tener la capacidad de identificar y reconocer las propias emociones y comprender su origen y significado, así como reconocer que las emociones son parte natural de la experiencia humana y permitirse sentir y aceptar las emociones sin juzgarlas o reprimirlas, así como regular la intensidad de las emociones, ya sea disminuyendo la intensidad de emociones negativas o aumentando la intensidad de emociones positivas. De la misma manera, cambiar la forma en que interpretamos o pensamos acerca de una situación emocionalmente cargada, puede reducir su impacto emocional negativo y sobre todo ayudarnos en la expresión de las emociones de manera apropiada y constructiva, evitando la explosión emocional o la represión excesiva.
Entre las estrategias que podrá utilizar tu terapeuta, después de la evaluación personalizada de tu caso, pueden estar:
1. La tolerancia al malestar te ayudará a enfrentarte más eficazmente a acontecimientos dolorosos fortaleciendo su resiliencia y proporcionándote nuevos medios de amortiguar los efectos de las circunstancias adversas.
2. La atención consciente (mindfulness) te ayudará a experimentar más plenamente el presente al mismo tiempo que a centrarte menos en las experiencias dolorosas del pasado o en las posibilidades amenazadoras del futuro. El mindfulness te proporcionará también herramientas para superar los juicios negativos habituales sobre ti mismo, sobre ti misma, y sobre los demás.
3. Las destrezas de regulación emocional te ayudan a reconocer con mayor claridad lo que sientes y, de ese modo, a observar cada emoción sin sentirte abrumado, desbordado, por ella.
4. La eficacia interpersonal te brinda nuevas herramientas para expresar tus creencias y necesidades, establecer límites y negociar soluciones a los problemas, al tiempo de proteger tus relaciones y tratar a los demás con respeto.
La regulación emocional es importante para el bienestar emocional y mental. Nos ayuda a manejar el estrés, resolver conflictos, establecer relaciones saludables y tomar decisiones informadas. Aunque algunas personas tienen una capacidad innata para regular sus emociones, esta habilidad también puede ser aprendida y desarrollada a lo largo de la vida a través de la práctica y el autodesarrollo emocional.