Psicoterapia laboral e intervención en crisis
Este tipo de terapia se enfoca en la recuperación psicológica de los trabajadores dentro de un ambiente laboral conflictivo y problemático.
La psicoterapia laboral es un tratamiento específico enfocado a problemas y trastornos derivados de los conflictos laborales, inadaptaciones o fracasos. Su objetivo es el logro de la estabilidad emocional y psicológica de la persona, así como la recuperación de la capacidad en la toma de decisiones que se ha visto afectada y que afecta en las diferentes áreas de la persona.
La psicoterapia laboral se apoya de modelos como la psicoterapia breve, la psicoterapia de apoyo, la psicoterapia de grupo. Así mismo se puede apoyar de varias técnicas.
En general el entorno laboral puede dar como resultado algunos trastornos emocionales como el estrés, la depresión, la ansiedad o la inseguridad personal, también se puede presentar incapacidad de adaptarse a los cambios o nuevos entornos.
El problema más frecuente es el estrés postraumático resultado de despidos inesperados o no justificados y la necesidad de una nueva búsqueda de empleo. De ahí se desencadena una serie de afectaciones a nivel psicológico, emocional y conductual en el individuo como podría ser; insomnio, el abuso de alcohol, tranquilizantes o algunas otras sustancias, problemas en el núcleo familiar, aislamiento social, así como ansiedad y depresión.
En este sentido la psicoterapia laboral, además de ayudar a los trabajadores a gestionar su estrés, algún tipo de problema o trastorno emocional también puede ayudar a detectar el origen de problemas que existen. De esta forma se puede indagar cuál es el tipo de trabajo donde se padece más estrés o bajo que tareas el empleado se siente más presionado.
Con esta visión y análisis de la situación se podrá detectar mejor los riesgos psicosociales que existen, lo que ayudara a la empresa a detectar áreas de mejora en favor de los trabajadores. Otros motivos más por los que la psicoterapia es de beneficio para las empresas es porque: Se mejora la productividad, Se mejora el espíritu de equipo.
Por otra parte, los trabajadores se sentirán más valorados por la empresa si ven que esta se preocupa por el estado emocional de sus trabajadores.
La mayoría de las personas pasan el mayor tiempo en el trabajo que en otro lugar. El trabajo puede percibirse como una forma de ganarse la vida y, para la mayoría de la gente como un reflejo de identidad personal.
La relación entre el trabajo y la intervención en crisis tiene dos partes. La primera es que el trabajo puede anticipar una crisis vital. Esto puede acontecer mediante un accidente de trabajo por medio de un cúmulo de presiones laborales hasta que alcanza un punto máximo. La segunda una conexión entre el mundo laboral y la intervención en crisis se da como una oportunidad para ayudar a los trabajadores en crisis relacionados con los ambientes laborales.
Por otra parte, la intervención en crisis es una estrategia que se aplica en el instante de una crisis, su objetivo es que la persona se recupere de este estado de trastorno y recupere la funcionalidad para poder enfrentar el evento tanto a nivel emocional, conductual y racional.
Con la intervención en crisis se pretende brindar apoyo a la persona, logrando influir en su funcionamiento psicológico durante ese periodo de desequilibrio. Así mismo, se pretende dotar de las herramientas necesarias que logren afrontar de forma eficaz su situación en ese momento.
El objetivo es restablecer el equilibrio o estabilidad previa a la crisis. Una intervención oportuna en momentos de crisis aguda puede prevenir su cronicidad, de acuerdo a Bellak y Small. Estos autores sugieren que la meta más importante es evitar un funcionamiento regresivo, de tal modo que se deben reforzar las funciones del yo más autónomas e intactas.
Según estos autores, las situaciones más críticas en la vida pueden agruparse bajo 3 categorías:
- Las situaciones que involucran violencia y originan temor por la propia vida, salud y sentido de sí mismo, pérdida de autoestima, pérdida de amor o de los seres amados: un accidente serio, un asalto, violación, enfermedad grave o incidente que amenace la vida, el efecto de las drogas, entre otros. Todos estos eventos pueden originar el temor a perder el sentido de la identidad, temor que frecuentemente puede acompañarse de sentimientos de despersonalización y miedo a una desorganización del yo.
- Las crisis que provocan la pérdida de la autoestima, experiencia de rechazo y separación son: la pérdida del empleo, divorcio, relación amorosa desdichada, un revés financiero, la vejez entre otras.
- Los problemas médicos y quirúrgicos, que llevan el temor a la muerte, la invalidez y a la desfiguración. La hospitalización, por ende, también podría involucrar una crisis de la autoestima: “repentinamente se es una unidad que va a ser trasladada, volteada, inyectada, expuesta y a veces tratada insensiblemente como para suscitar una intensa ansiedad, gran enojo o depresión”.